domingo, 21 de febrero de 2010

Una nota de Fernández Moores para repensar los JJOO de Invierno

Se titula "Avatar". La publicó el periodista Ezequiel Fernández Moores (FM) el 17 de febrero pasado en Cancha Llena. Invita a reflexionar sobre estos grandes e inmensos eventos deportivos que nos quitan literalmente el sueño cada cuatro años.
Vale la pena detenerse a leerla y luego repensar cómo nos planteamos nosotros, los espectadores, frente a los JJOO, en este caso, los de Invierno. Sobre todo porque nos dejamos -me dejo- llevar por un espectáculo que es impresionante y que, si realmente te gusta la nieve, el esquí y el snowboard, es el mejor lugar para poder disfrutar.
Pero te deja regulando y asintiendo con la cabeza. Suele suceder con notas de FM en general. Y eso es siempre bienvenido. Es un trabajo crítico -y de crítica- muy interesante.
Coincido en prácticamente todo con FM, salvo en una cuestión: yo no sé si al Barón de Coubertín le gustaban o no los JJOO de Invierno porque pensaba que se trataba de "farsantes" del deporte "cubiertos de pieles". Los JJOO de verano no son la excepción: que uno sepa, el yachting ni el windsurf o el tenis, por mencionar algunos, son deportes populares y de barrio justamente.
Creo que Argentina está llena de elitismo en la nieve. Y de mucha estupidez de revista semanal. Lo hemos dicho y cuestionado mil veces, son deportes elitistas. Y justamente por esa razón tenemos que insistir e insistir para hacer masivos estos deportes maravillosos, para que generen más puestos de trabajo, para que se genere una industria de la nieve y no un nicho top para algunos; y para que una mayor cantidad de gente pueda practicarlos. Por eso es necesario difundirlos y no sesgar en el esfuerzo de querer democratizarlos. Aunque desde el inicio estemos condenados a una segura derrota. Hay que cambiar la matriz de lo que son los deportes de invierno en Argentina.
Por otra parte, sé que una gran parte de los deportistas argentinos que fueron olímpicos en invierno tuvieron que sacrificarse y mucho para estar ahí. Me consta que no tenían pieles para vender. Y que piensan como nosotros.
Eso nada más, porque el resto de la nota creo que es una brillante reflexión de lo que a veces nos pasa como fanáticos de la nieve: nos atrapa un exceso de fanatismo que hace que perdamos el norte y que nos olvidemos que el deporte es una practica social que excede al tipo que corre una cuadra como loco.
(Hagan click aquí para acceder a la nota)

No hay comentarios: