No alcanzan las razones del tipo nieve tardía, gripe A, la supuesta "mala temporada", los conflictos gremiales (arreglados con poco ¿y con interna intra-empresarial de por medio...?), etc, etc.
La verdad es que uno no tiene absolutamente nada en contra de CAPSA, la concesionaria -no la dueña; es bueno no perder de vista ese punto- del Cerro Catedral. Al contrario, siempre que he ido, como esquiador, turista o periodista; me trataron muy bien. De hecho, lo reafirmamos el fin de semana pasado cuando viajamos a hacer el programa de radio. Tampoco alguna crítica específica como cliente-esquiador de esa montaña.
Lo que realmente molesta es esa actitud tan típicamente ratona y de medio pelo de una parte amplia del empresariado argentino para no afrontar sus compromisos con el Estado y los laburantes en general. Sobre todo, después de años y años de vacas gordas; incluido el actual, en el que los vacunos -lejos de adelgazar- vienen aumentando de peso a una velocidad sorprendente...
Como diría un amigo: muchachos, es muy fácil "socializar" las supuestas pérdidas e "invisibilizar" las ganancias con la mano...
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