jueves, 17 de abril de 2008

Tribulaciones y ocasos de un protoburgues fetichista (o como mostrarles las botitas nuevas) repost 2008

Tenía ganas de postear algo en el bloc , y para no dejar de lado nuestra vieja línea de precios y recomendaciones sobre ropa se me ocurrió seguir con esta cuestión de la indumentaria. Y enderepente recordé que el otro día, cuando hicimos el programa en Caviahue, anduve caminando con mi viejo par de botas Salomon modelo ´93. Sí, así es, 15 años de uso y todavía están ahí. Hechas bolsa. Sin suela. Destrozadas. Agujereadas. Casi usables, diría.
A la vuelta me conminaron (en casa y en el trabajo) a ponerme algo decente, abrigado y sano en los pies, así que no me quedó otra que ponerme con varias cuotas importantes y hacerme de unas nuevas botitas de la misma marca.
A ese punto quería llegar: a la evolución de la ropa, y en este caso en particular, de los calzados, para la montaña, la nieve; el invierno en general. Pero antes de seguir, vean de qué les estoy hablando: lo que ustedes ven a la derecha es una imagen de ambos modelos de botas Salomon, modelos '08 y '93, respectivamente. En ambos casos, se trata de calzado de la misma gama, digamos, de la marca en cuestión: modelos casi básicos. De lo mejorcito de cada momento, pero lo básico.
¿Vieron cómo las botas se van angostando y subiendo en altura?. Obvio: mejoran las telas. Las nuevas son de Gore Tex, una material que por allá, por 1993, sólo se conseguía en países como Francia o Alemania y en camperas que no eran caras como ahora, sino que eran recontracarísimas.
Las suelas de las botas añejas se la rebancaron: ya no existen, pero cumplieron con su objetivo de evitar resbalones traicioneros mientras duraron . Las nuevas tienen suela "contagrip", que se supone son más modernas, aunque no les veo las mismas uñas de guitarrero.
La cuestión es que cuando las llevé a casa quedé sorprendido por los cambios en este tipo de calzado-. Años atrás, sólo se limitaba a la existencia de pesados borceguíes (sí, los Marasco eran buenísimos, pero pesados como caminar con un gimnasio portátil colgado de cada gamba).
De todas formas, creo que las fotos explican mejor todo esto. Nos vemos.


Es una cuestión de tamaño...

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